martes, 10 de noviembre de 2015

Fuga de la Piel.






En el malestar de la consciencia se halla la fuga. Así como en la muerte, los conceptos se derriten cuando avecina la fiebre. La crueldad de las formas tiene una debilidad, un punto de escape: el placer de la desfiguración.


Sacrifico mi ardor
Al canto de los músculos
Quemo conceptos en  sudor.

Toda abstracción es un pecado
En el limbo
De mis sensaciones.


Siento tanto calor en mi rostro, que la tierra húmeda es un lecho confortable. Deseo solo la brisa. Cualquier catedral se me hace repudiable. La desnudez es mi única religión.


Acaricio mi piel
Deseo tocar la tierra
Y besarla.


Me he dedicado al placer. He hecho de las voluptuosidades un santuario. Los cuerpos se degradaron en belleza material. ¿Son algo ante la muerte?
Lamentablemente nada. La inconsciencia y el abandono adivinan en su predecible final que  sin concepto no hay salvación. La frente desnuda es débil. Es necesaria la corona.








Marcos Liguori.








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